Esta técnica de pesca requiere mucha concentración, pues es de vital importancia detectar cualquier signo de actividad en el agua, ya sea en forma de chapoteo, ruido o brillo debajo del agua. Consiste en lanzar un señuelo de cierto peso y recogerlo con la velocidad adecuada, de manera de simular un pequeño pez que hace las veces de excelente carnada artificial.